Hay cosas que no podemos revivir.

El tiempo pasa, la distancia separa y las personas cambian. Nos reencontramos pensando que será como la primera vez, pero nada es igual, todo es distinto; el color de tu mirada, la dulzura de tu voz, el carisma de tus chistes.

No hay culpables, sé que yo también he cambiado. Ninguno de los dos es el malo del cuento, pero el tiempo ha hecho su trabajo, hemos crecido y hemos cambiado. No es algo malo; pero aunque me alegra verte de nuevo, hoy me doy cuenta de que nuestra historia ya es historia. Y no podemos revivir lo que esta muerto.

Las personas que conocimos hace unos años ya no existen, sigo siendo yo, sigues siendo tú. Nuestra esencia permanece, pero nuestro ser ha cambiado. Tal vez algún día nuestros seres vuelvan a conectar como lo han hecho antes, pero por ahora solo puedo decirte “gracias por lo vivido, espero te vaya bien viviéndolo de nuevo con alguien más.”

Gracias por leer mi escrito introductor, espero les haya gustado porque no suelo escribir así, entonces animarme a publicarlo fue un reto, perooo ahora sí empezamos con el tema…

La verdad es que somos personas cambiantes, esto ya lo he mencionado en artículos pasados creo, pero el punto es que la persona que éramos hace 3 años no es la misma a la que somos ahora, ni la que seremos en 3 años.

Cambiar no tiene nada de malo, al contrario es necesario y es parte de la vida. Pero a veces el cambio puede deshacer o separar amistades y relaciones. Esto para mi ha sido un poco difícil de aceptar, pero una vez que lo afrontas y aprendes a dejar ir, que bien se siente!

No se si te ha pasado (o a mi me ha pasado muchas veces) que tuviste una relación (amorosa, de amistad, lo que sea) con alguien con quien todo fue bonito, con quien te llevabas muy bien. Pero la distancia, el tiempo y la falta de comunicación logró separar esa relación, pasa el tiempo, un día por fin vuelven a reencontrarse, pero todo se siente diferente. No tienen la misma conexión, la misma química e incluso puede que sientas que estas hablando con un desconocido y que esa persona no tiene nada que ver con quien solías conocer.

Esto es algo normal, y pasa con todo!!! No solo con las personas. Me ha pasado con los lugares, con la música, con la comida, etc. Esto sucede por que, como ya lo dije, somos personas cambiantes. Cada vez que aprendemos, probamos cosas nuevas, tenemos nuevas amistades, experiencias y conversaciones; nuestra mentalidad esta cambiando. Tal vez físicamente no veas una gran diferencia en ti. Pero créeme, estas cambiando.

Y es por esto que cuando volvemos a encontrar personas de nuestro pasado muchas veces no sentimos la misma conexión, porque somos personas diferentes, con diferentes intereses y distintas maneras de ver las cosas. Puede que tú y esa persona tengan historia, pero su historia fue con personas distintas a quienes son ahora. Es por esto mismo que la música que solías escuchar ya no te hace sentir lo mismo, porque ya no estas en la misma etapa o situación en la que solías escucharla.

Esto no esta mal, pero si puede sentirse mal. Y aunque no conozco la manera de evitar que esto suceda, si puedo darte mis consejos para afrontarlo de mejor manera:

Elimina las expectativas. Si te vas a reencontrar con alguien del pasado, ve con la mente abierta y dispuesta a conocer a una nueva persona. No pienses que será igual que antes, ni que se sentirá lo mismo. (Déjate sorprender)
Deja que fluya. Si algo tiene que pasar, pasará. Si se tiene que ir, se irá. Si tiene que cambiar, cambiará, no porque la relación no sea igual que antes quiere decir que no puedes tener otro tipo de conexión con esa persona. (No fuerces las cosas)
Agradece lo que fue y acepta que esa etapa terminó, ese capituló ya acabó. Pero no significa el fin del mundo, es momento de comenzar uno nuevo.
Quédate con lo bueno. Si después de ver a esa persona las cosas te decepcionan, no son como esperabas y no te producen la misma conexión o emoción de antes. No lo juzgues, no es culpa de nadie. Quédate y guarda en tu mente las cosas buenas y los bonitos recuerdos de esto. (Intenta no cambiar tus buenas experiencias por las malas).

Sé que muchas veces puede ser difícil y doloroso. Pero todo lo que no te mata te hace más fuerte y al final te sirve para fortalecer tu desapego y tu capacidad de dejar ir.

Antes de terminar quiero recordarte que afortunadamente esto no es algo que te vaya a pasar todo el tiempo, ni con todas las personas que dejes de ver por un tiempo. Hay personas con las que por alguna razón, asi pasen los años y aunque cambiemos, cada que las volvemos a ver se siente la misma conexión y confianza de siempre. Y creo que cuando esto sucede debemos agradecer, porque no es algo de todos los días.

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